La Crítica Te Promueve
En varias ocasiones o mejor dicho en cientos de ocaciones me han hecho las preguntas, “¿No te da miedo lo que la gente hable de ti por lo que haces?” ,”¿Tanta gente mirándote en tus vídeos no te intimida?” Y otras preguntas relacionadas con el tema de lo que puedan hablar, criticarme y el miedo de como otros me miren.
Primeramente al principio por un largo tiempo me importaba mucho lo que hablaran los demás de mí, al punto que casi dejaba mi profesión de coach.
Segundo, por la falta de identidad, desarrollo personal y por no conocer mi propósito casi todo me causaba frustración, inseguridad, sabotaje e inestabilidad en mi vida.
Tercero, un día tome la decisión de buscar y seguir a Cristo mi Rey y mi Salvador, aquel quien predestinó mi vida mucho antes de la creación, entonces empece a alinear en mi muchas cosas para poder cambiar mi mente, mi corazón, mi forma de pensar, en la forma en como me veía y me hablaba, eche a un lado poco a poco la preocupación de lo que los demás pudieran opinar o hablar de mi y de lo que hago.
Cuando aprendí que está vida no se trataba de mi, ni de mis emociones, situaciones imprevistas ni de nada lo que pudiera estar sucediendo en mi vida, entonces empecé a pensar en aquellos que necesitaban una oportunidad de cambiar y que con mis conocimientos y ejemplo le iba a servir de motivación para ellos.
Cada vez que alguien fuera de mi núcleo me da una opinión y me crítica entiendo que lo hacen basado a sus experiencias, sus errores, limitaciones, hablan de la abundancia de su corazón y por ende no lo tomo personal ni mucho menos porque cada quien tiene su opinión y está en mi recibirlo o no. Yo retengo todo lo bueno como dice la palabra en
1 Tesalonicenses [5:21] –
“Examinadlo todo; retened lo bueno.” Entiendo que cuando esto sucede es porque desconocen mi propósito y aún no se han tomado el tiempo de conocer un poco más de mi historia para entender mi trayectoria.
Si hubiera sido por lo que los demás pudieran decir y hablar de lo que hago y como lo hago, en el día de hoy no conocería a tantas personas que hoy en día están cambiando sus vidas. De nuevo me doy cuenta y confirmó que la vida nunca se ha tratado de mi, sino de aquellos que anhelan ser ayudados y que están dispuestos a trabajar en sus cambios mental, emocional, espiritual y financieros, y permiten ser dirigidos.